
Fueron dos días intensos en Fiocruz Brasilia (22 y 23 de octubre). Debates, experiencias y voces que mostraron por qué cuidar es reconocer. Aquí puedes seguir una serie de artículos exclusivos sobre el Seminario Internacional Personas sin hogar: atención integral y derechos ya
El panel “Mujeres sin Hogar: Atención Integral, Maternidad y Protección Social desde la Perspectiva de Equidad de Género y Raza”, celebrado en el Seminario Internacional sobre Personas sin Hogar: Atención Integral y Derechos Ahora, en Fiocruz Brasilia, reunió a tres voces clave para entender cómo el género, la raza y la clase dan forma a la experiencia de las mujeres sin hogar.
Las ponencias de Florencia Montes Paez, Yara Flor Richwin y Joana D'arc Bazílio revelaron que la maternidad puede ser simultáneamente un territorio de violencia institucional y un motor de reorganización subjetiva. Señalaron la urgencia de políticas que garanticen la atención integral, reconozcan la pluralidad de las maternidades y combatan la racialización de la pobreza, que se traduce en la interdicción sistemática de los vínculos familiares.
Florencia Montes Páez: cuidar desde la propia trayectoria
Florencia Montes Paez presentó la organización transfeminista argentina “No Tan Distintas”, formada por mujeres, personas trans y disidentes que han vivido o viven en la calle. La organización proporciona refugio y autonomía, incluyendo un centro de día y el proyecto La Madre Que No Fui (dirigido a mujeres que han perdido la custodia de sus hijos). También ofrece asesoramiento individual en temas de salud y procesos judiciales, dos casas comunitarias, un centro de producción de encuadernación, formación sobre acompañamiento transfeminista y una editorial propia, responsable del libro El control es político.
Florencia explicó que la organización tiene cuatro niveles de actuación: la asistencia directa en las calles, la creación de espacios para mujeres y disidentes, la acción institucional en las políticas públicas y la autogestión. Son capas coexistentes, no etapas lineales. Todas expresan respuestas concretas a la violencia, la exclusión y la pobreza.
La confluencia regional Rutas Ruas Transfeministas Sudacas, socia de Rede Rua en Brasil, pretende crear un corredor político latinoamericano para abordar el género y la falta de vivienda desde el Sur global.
En su presentación, Florencia dijo que el transfeminismo no se limita a la defensa de las identidades, sino que propone otra forma de acompañar: compartir la dimensión dolorosa, compleja y muchas veces frustrante del cuidado. Se trata de construir vínculos sin romantizar la calle, reconociendo los desafíos reales y la necesidad de autonomía.
Con la crisis económica en Argentina, la sostenibilidad de los espacios comunitarios se ha vuelto crítica. Florencia pidió apoyo y difusión, destacando que la fuerza de la organización proviene del vínculo entre sus miembros, porque allí hay amor y acogida.
Yara Flor Richwin: la maternidad como apertura subjetiva
La psicóloga Yara Flor Richwin presentó los resultados de dos años de investigación y atención territorial en salud mental. Aunque la maternidad no fue su foco inicial, surgió de forma recurrente al escuchar a las mujeres sin hogar. Según Yara, la maternidad aparece como un momento decisivo, atravesado por el dolor, la violencia, las posibilidades de transformación y la reorganización de la vida.
Para entenderlo, Yara utilizó el concepto de “jerarquías reproductivas”, que distingue entre maternidades valoradas y maternidades descalificadas. En la calle, las maternidades de las mujeres negras y pobres están sistemáticamente prohibidas. Se asocian automáticamente con la discapacidad, el consumo de drogas o la delincuencia. Esta lógica sostiene las separaciones familiares, a pesar de que el Estatuto del Niño y del Adolescente prohíbe las rupturas motivadas por la vulnerabilidad socioeconómica.
Yara señaló que el embarazo y el puerperio producen aperturas subjetivas que favorecen los vínculos, las redes afectivas y la reorganización de los proyectos. Muchas mujeres dejan las drogas, abandonan la delincuencia, buscan apoyo y planean nuevos futuros. Para ellas, la maternidad no es sólo locus de opresión, sino una oportunidad para la reconstrucción.
Ante el riesgo de separación, las mujeres desarrollan estrategias de resistencia. En general, recurren a modalidades de cuidado ampliado con abuelos, tías y redes comunitarias, prácticas arraigadas en las tradiciones afroindígenas. Esto rompe la expectativa del cuidado centrado en la madre y revela una maternidad compartida, sin que el vínculo simbólico se debilite.
Para Yara, reconocer estas prácticas exige abandonar las visiones moralistas y entender la maternidad como un ejercicio político de invención y resistencia.
Joana D'arc Bazílio: la maternidad como afirmación de poder
Joana D'arc Bazílio, del Movimiento Nacional de los Pueblos de la Calle y de CIAMP-Rua Nacional, presentó su trayectoria como mujer negra con experiencia directa en la calle. Destacó que, aunque ahora ocupe espacios institucionales, su legitimidad depende de permanecer en diálogo con las mujeres de los territorios, escuchando sus demandas de forma permanente.
Su salida de la calle se vio impulsada por la maternidad. En un momento de extrema vulnerabilidad, pensó en renunciar a su hijo, creyendo que no podría cuidar de él, una idea alimentada por la violencia simbólica de ser considerada constantemente incapaz. Sin embargo, cuando se convirtió en madre, reconstruyó su trayectoria y hoy cría sola a cuatro de sus ocho hijos.
Joana denunció haber sido diagnosticada como incapaz por un psiquiatra, lo que reforzó la prohibición institucional de su maternidad. Impugnó el proceso, alegando que sólo quienes se enfrentaban al embarazo y al parto podían juzgarla como madre.
Su práctica diaria consiste en criar niñas negras empoderadas, enseñándoles a reconocer su valor y sus derechos. Para ella, ocupar espacios institucionales no tiene tanto que ver con el poder como con garantizar que las políticas se formulen escuchando a las mujeres directamente afectadas.
Relató el hito que supuso el primer Encuentro Nacional de Mujeres en Situación de Calle, organizado por mujeres negras con pasado callejero. El encuentro afirmó la presencia política de estas mujeres y reforzó la necesidad de políticas específicas.
Joana concluyó que su lucha no es por el protagonismo, sino por la transformación. Las mujeres que viven en la calle deben ocupar espacios porque son poder: nadie mejor que ellas para construir políticas que acojan y garanticen un futuro.
Convergencias
Los tres discursos convergen en puntos centrales. La maternidad es un campo de disputa social, política e institucional. La violencia estructural, impulsada por el racismo, la clase y el género, intercepta los centros de maternidad negros y pobres. Las mujeres resisten, creando dispositivos de cuidados compartidos y proyectos de autonomía. La atención integral requiere vinculación, escucha y reconocimiento de trayectorias. Las políticas deben construirse con la participación directa de las mujeres, valorando su agencia.
El panel demostró que proteger a las mujeres sin hogar significa abandonar los enfoques punitivos y reconocer la maternidad como un espacio de invención, autonomía y lucha por los derechos. La atención integral se produce cuando la política se hace con ellas. La calle puede ser un territorio de violencia, pero también de reinvención.
Seguir leyendo
Cobertura del 22 de octubre de 2025
- Mesa redonda internacional: ¿Qué mundo es éste? Realidades y posibilidades de transformación para la protección social de la población sin hogar
- Panel I : No somos invisibles: información para las políticas públicas
- Panel II : Mujeres sin hogar: atención integral, maternidad y protección social desde la perspectiva de la igualdad de género y raza
- Los senderos invitan: P. Julio Lancellotti
- Panel III:
El derecho a la protección social y a la asistencia sanitaria en Brasil.













