Tras una denuncia formal de la concejala Luciana Trindade y la repercusión en el blog Viver sem Limites y en Rádio Eldorado, el ayuntamiento afirma que diariamente se atiende a 950 personas discapacitadas sin hogar, pero no aporta ningún dato que lo demuestre.
La denuncia de la consejera estatal Luciana Trindade sobre el abandono de discapacitados en las calles puso al descubierto una realidad ignorada durante años por la administración pública de São Paulo. El caso apareció en el blog Vivir sin límites, del periodista Luiz Alexandre Souza Ventura, en el portal Estadão, y en Radio Eldorado, Esto llevó al ayuntamiento a hacer una declaración oficial.
En el artículo “Nadie sabe cuántas personas con discapacidad hay en las calles de la ciudad de São Paulo”, Ventura describe a esta población como “invisible dentro de la invisibilidad”, víctimas de una “doble capa de borrado” causada por la ausencia de políticas públicas específicas y de acciones efectivas por parte de los departamentos municipales de Derechos Humanos, Asistencia Social y Personas con Discapacidad.
El periodista señala que la última encuesta oficial sobre la población sin hogar, realizada en 2021 por el Ayuntamiento, no incluye ninguna información sobre discapacidad. Según el estudio, 49% de las personas sin hogar viven en la región central, en su mayoría hombres, negros o morenos, y con una edad media de 42 años -pero no se menciona cuántos tienen una discapacidad-.
Luciana Trindade, discapacitada residente en el centro de la ciudad y secretaria de PSB Inclusão, lleva diez años exigiendo respuestas. La semana pasada, presentó una nueva queja formal ante el Ayuntamiento, los departamentos competentes, el Ministerio Público, la Defensoría Pública y los consejos municipales, pidiendo medidas para hacer frente a lo que ella califica de “abandono institucionalizado”.
“No hay una cifra exacta. No sabemos cuántos discapacitados hay en las calles de São Paulo, qué tipo de discapacidad tienen ni cuáles son sus necesidades”, afirma. Según ella, en los centros de acogida no hay cuidadores que ayuden en tareas básicas, como trasladar a las personas de la silla de ruedas al baño o a la cama: “No hay distribución de suministros, como pañales y compresas, ni se dispone de aseos públicos adaptados. La situación es crítica”.”
Luciana también denunció que algunos refugios se niegan a hacerse cargo de las personas y que no hay vehículos adaptados para transportarlas. “Durante el intenso frío, están completamente abandonados, sin mantas ni cobijo”, dijo.
También señaló que no existe un centro de acogida específico para personas con discapacidad. “Hay instalaciones para familias, para mujeres trans, para quienes tienen mascotas o trabajan como carreteros, pero nada para nosotros”, advirtió.
El blog Vivir sin límites envió cinco preguntas al Ayuntamiento y a los departamentos responsables el 22 de octubre, preguntando por la existencia de datos, la accesibilidad de los refugios, los vehículos adaptados, las inversiones y los planes de servicio. A 28 de octubre, no se había recibido respuesta.
A raíz de las repercusiones, la Secretaría Municipal de Asistencia y Desarrollo Social (SMADS) envió una nota afirmando que “la ciudad cuenta con una media diaria de aproximadamente 950 personas con discapacidad que viven en la calle y son atendidas por la red de asistencia social” y que “todos los Centros de Acogida cuentan con al menos una habitación preparada para recibir a personas con discapacidad física, incluyendo la adaptación de baños y otras instalaciones”.
La nota también menciona servicios como los Centros de Día, los Centros de Inclusión para Personas con Discapacidad (NIPd) y los Servicios de Acogida Institucional para Personas con Discapacidad (SAIPcD).
Sin embargo, la ciudad no ha facilitado datos ni metodologías que respalden la estimación. Ventura señaló en antena que “esta ‘no respuesta’ es una señal clara, una señal elocuente” sobre la falta de prioridad dada al asunto.
Para Luciana, la omisión es inaceptable. “Los discapacitados que viven en la calle existen, pero se les trata como si no existieran. Falta lo básico: datos, estructura y voluntad de actuar”.”
Fotografía: Luciana Trindade. Archivo personal













