Vehículos en la lucha contra la invisibilidad

En las metrópolis mundiales, cada plaza renovada, cada museo reluciente y cada fachada remozada suelen ocultar más de lo que revelan. Más allá del hormigón liso y la estética controlada, hay un proyecto urbano que determina quién merece el espacio y quién debe ser barrido del panorama visual.

Pero, ¿y si el arte tuviera la capacidad de hacer lo contrario? ¿Hacer evidente lo que la ciudad trata de ocultar? Esto es exactamente lo que hace el artista y diseñador polaco Krzysztof Wodiczko con sus "vehículos críticos", en particular el Homeless Vehicle Project.

Wodiczko es un artista atípico. Nació en 1943, ha cruzado fronteras y regímenes, ha vivido en Polonia, Francia, Canadá y Estados Unidos, y se describe a sí mismo como un nómada.

Sin embargo, un viajero atento: "Tienen que conocer bien el terreno en el que se encuentran". "A menudo mejor que los residentes locales", dice refiriéndose a los desplazados en zonas urbanas.

El artista Krzysztof Wodiczko y la transformación del entorno urbano desde la perspectiva de los sin techo.

Desde la década de 1980, Wodiczko se ha dedicado a crear intervenciones artísticas en el entorno urbano, dando voz a quienes han sido silenciados: inmigrantes, personas sin hogar y refugiados. En lugar de cuadros en museos, utiliza estatuas, fachadas de edificios e incluso carritos como medio de provocación.

El municipio como escaparate

El artista comienza criticando lo que denomina "pensamiento único urbano": una ciudad diseñada para atraer a los inversores, no a sus residentes. Según investigadores como David Harvey, Saskia Sassen y Manuel Castells, la ciudad global se ha convertido en un escenario de flujos económicos y consumo, donde los menos favorecidos se convierten en "ruido urbano". En este escenario, el arte se utiliza a menudo para maquillar y promover la paz.

Sin embargo, esto no se aplica al caso de Wodiczko.

"Teatro arquitectónico épico"

En la década de 1980, el artista empezó a proyectar imágenes grandiosas en edificios públicos en medio de una intensa agitación política. La proyección de una esvástica sobre la Casa de Sudáfrica en Londres, durante las manifestaciones contra el apartheid, es uno de los ejemplos más recordados. Es lo que él llama un "ataque simbólico": la fachada muda se utiliza para revelar la historia que el edificio intenta ocultar.

El gesto, además de provocar, tiene un carácter pedagógico. Según el filósofo Walter Benjamin, toda obra de arte es simultáneamente un registro de la barbarie.

En 1986, en Nueva York, el artista dio el paso. Durante las reformas que prometían "revitalizar" Union Square 1Proyectó fotografías de personas sin hogar sobre las estatuas de Abraham Lincoln, George Washington y Lafayette. La ciudad quería ocultar a los sin techo. Wodiczko los colocó en un lugar destacado.

Rosalyn Deutsche, crítica de arte urbano, vio en la obra una respuesta directa a la arquitectura de la exclusión. No se limitaba a criticar. Se trataba de recuperar la función primordial del espacio público: ser un lugar de conflicto, presencia y expresión.

En 1984, durante las celebraciones de Año Nuevo en la Grand Army Plaza de Brooklyn, el artista Krzysztof Wodiczko proyectó sobre el Arco Conmemorativo de Soldados y Marineros la imagen de dos misiles -uno estadounidense y otro soviético- unidos por una cadena con candado, en alusión a las negociaciones para la reducción de armamento entre EE.UU. y la URSS. La proyección dialogaba con la arquitectura del propio monumento, que glorifica al ejército del Norte en la Guerra Civil, pero también alberga esculturas realistas de soldados exhaustos que regresan de la guerra, creando un debate interno poco habitual en el monumento. El público interpretó libremente los símbolos, relacionándolos con el contexto político de la época, lo que transformó temporalmente el monumento en un espacio vivo de reflexión colectiva.

Proyecto de vehículo para personas sin hogar

En 1988, Wodiczko presentó su obra más impactante: el Proyecto Vehículo para los Sin Techo. Parecía un simple proyecto de arquitectura urbana, pero era una crítica a la ciudad eficiente. Un carro cuidadosamente diseñado que incluía refugio, un lugar para almacenar los residuos, una habitación para la higiene personal y un espacio para dormir.

Visualmente, se parecía a un carrito de la compra y a una máquina de guerra. Inspirado en la Bauhaus, no era sólo una escultura: era una herramienta de supervivencia y un canal de comunicación. El coche se presentó en exposiciones bienales, pero también se probó en la calle con personas sin hogar.

Además de dar cobijo, el carrito también estimulaba las conversaciones. La gente se acercaba, curiosa sobre el tema. Y los sin techo hablaban. Se hacían notar. Pedían atención.

Lucha contra la desaparición urbana

Las metrópolis promocionadas como globales, con sus vastos parques, museos financiados por instituciones financieras y centros culturales construidos por empresas constructoras, son también lugares de exclusión. Los que no compran no existen. Los "no deseados" son eliminados de las imágenes de los folletos turísticos y los planes de desarrollo.

En este contexto, el Homeless Vehicle Project es una obra de arte comprometida con el corazón del capitalismo contemporáneo. Una obra de arte que va más allá de lo "bello", buscando lo "visible". ¿Qué belleza posee el abandono?

El arte puede ser un derecho

La obra de Wodiczko también aclara la pregunta que muchos se hacen: ¿arte para quién? Devuelve a los marginados la capacidad simbólica que el urbanismo elitista intenta borrar.

Desde la perspectiva del artista, sus "vehículos" son meros instrumentos de cambio. El objetivo es que, en el futuro, nadie los necesite. Pero hasta entonces, debemos luchar contra la arquitectura utilizando las armas de la imagen, la palabra y la presencia.

¿Qué lecciones podemos aprender del trabajo de Wodiczko?

  • Que la ciudad no es imparcial: es un espacio de significados contradictorios.
  • Que el arte tiene el poder y la responsabilidad de cuestionar quién tiene derecho al espacio urbano.
  • La publicidad es el primer paso hacia el reconocimiento de los derechos.
  • Que la proyección de una imagen sobre un edificio tiene el poder de transformar más que cualquier valla publicitaria.

Solidaritas sostiene que el acceso a los derechos también puede realizarse a través de imágenes, provocaciones y discursos críticos. Es imposible pensar en la ciudadanía sin enfrentarse a los lugares donde se niega constantemente.

Si la ciudad persiste en fingir que la población sin hogar no existe, que vengan más coches. Esperamos más proyecciones. Esperamos más arte con voz.


Pie de foto: Homeless Vehicle Project de Krzysztof Wodiczko: arte crítico en movimiento en las calles de Nueva York. Una provocación a la ciudad que pretende ocultar a quienes más necesitan visibilidad.


Para saber más, lea mi artículo: ¿Es posible el arte comprometido en el capitalismo tardío? Los "vehículos críticos" de Krzysztof Wodiczko / Medio

  1. Union Square es una famosa plaza del sur de Manhattan, en Nueva York, conocida por ser lugar de reuniones, protestas, ferias y actos culturales. Es un espacio público histórico, rodeado de tiendas, estaciones de metro y mucho movimiento urbano.[]

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Jornalismo público sobre população em situação de rua e vulnerabilidade social
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